Aumento en castellano:

Acorralados los boricuas

con la fórmula energética

Redacción Nueva Isla

viernes 17 de febrero de 2023

Según transcurren los días y tras la noticia del propuesto aumento en la tarifa de energía eléctrica por parte de la Junta de Supervisión fiscal (JSF), afloran los detalles de una fórmula draconiana que acorrala al boricua y coloca en jaque la economía isleña.
No solo se trata de que cada hogar reserve $228 anuales para cargar con la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), una deuda de un millonaje prestado que hizo rica a mucha gente, pago de festines y vida sultanezca a muchos agraciados, con salarios de ensueño hasta para los conserjes, dejando una caótica red energética en rampante deterioro y plantas generatrices de tercer mundo, sino que la nueva fórmula de aumento tiene un efecto matemático multiplicador que va más allá de lo que se ve a simple vista.
El exlíder sindical y defensor de los derechos de los consumidores, Juan “Johny” Vélez lo explica en palabras sencillas: “La tarifa de $19 es el aumento total promedio. El mismo incluye un aumento fijo de $13 mensuales para abonados residenciales que no reciben subsidios. Este aumento fijo es por el mero hecho de estar conectado a la AEE. A ese aumento fijo, se añaden dos aumentos variables mensuales, que dependerán del consumo. Una aumento variable sobre los primeros 500 kv de tres cuartas partes de un centavo por cada kilovatio ($.0075 x 500) y un segundo aumento de 3 centavos ($.03) por cada kilovatio consumido en exceso de 500”, indica Vélez, quien nos suministró la tabla de su autoría que presentamos en esta nota, para arrojar luz sobre de qué se trata este aumento.

Recuerda que estarán exentos de esos aumentos los abonados residenciales que reciben subsidios del gobierno y los municipios. La AEE tiene 1.450 millones de clientes. Se estima que 630 mil clientes reciben subsidios. Por tanto, si el promedio de aumento mensual que publicitariamente anuncia la JSF, de $19 es producto de un ejercicio matemático que incluye a todos los abonados, entonces el promedio debe ser mayor. Es importante tener presente que el nuevo aumento fijo ($13) y los dos variables, son adicional a la tarifa fija actual y a los aumentos variables por el precio de la energía y el combustible”, expresó Vélez.
La tarifa actual, que entró en vigor en julio de 2022, después del último aumento aprobado por el Negociado de Energía es de 33.4 centavos por KvH, unos 4.58 centavos más alto que los 28.82 que se pagaban.
Los abonados subsidiados pagan solo 21.17 centavos por KvH, y en eso guisan una amplia nomenclatura de entes y organizaciones, además de ciudadanos de escasos recursos.
Según un documento de la Universidad de Puerto Rico (UPR) que ilustra una nota de prensa del periódico El Nuevo Día, “el consumo de energía eléctrica de la familia promedio en Puerto Rico asciende a 600 kilovatios/hora mensuales”.
Para los pequeños y medianos comerciantes, la historia es aún más complicada, dadas las condiciones y tarifas comerciales preexistentes.
En el caso de Augusto Ramírez, pequeño comerciante, dueño de un colmado de barrio, el cargo fijo mensual sería de $16.25 más las variables adicionales.
En la Isla hay cerca de 97,000 pequeños y medianos comerciantes que ya vivían haciendo malabares para pagar la de por sí asfixiante tarifa energética actual.
Así las cosas, de ser aprobado y puesto en vigor el aumento, bajo las condiciones actuales, los puertorriqueños sin subsidio tendrán que asumir en mayor proporción una carga económica, sin lugar excesiva, en aras de pagar una deuda de estado, producida por una cadena de políticos ineptos a lo largo de los años.