¿Y no era que nada que ver?¿No eran teorías conspiratorias el vínculo de Washington y el laboratorio en China donde alegadamente crearon el COVID-19?
La administración del presidente Joe Biden, ante las investigaciones congresionales republicanas que tocan las puertas de Casa Blanca, decidió suspender el financiamiento al Instituto de Virología de Wuhan (WIV, por sus siglas en inglés) mediante una subvención otorgada por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés), dirigido hasta diciembre de 2022 por el Dr. Anthony Fauci.
El Dr. Fauci, quien simultáneamente también fungía como principal asesor epidemiológico del gobierno de Estados Unidos, es figura central en la investigación sobre el origen del COVID-19 y la sospecha de que este no haya surgido de manera natural a través del contagio de un murciélago a un humano, sino como un escape de un virus creado por el hombre con ganancia de función como arma biológica.
De igual manera Fauci es figura central, junto a un grupo de secretarios y directores de agencias, incluyendo los CDC, de una investigación sobre un plan orquestado para censurar opiniones y datos contrarios al discurso pandémico oficialista en las redes sociales. Una censura que fue más allá y terminó afectando a miles de profesionales serios de la salud, en instituciones reconocidas, que se vieron obligados a renunciar a sus puestos o fueron despedidos al negarse a adherirse a los nuevos lineamientos pandémicos que rompían con su preparación y principios médicos.
Según ha trascendido en un memorando, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS, por sus siglas en inglés) está bloqueando el acceso del Instituto de Virología de Wuhan a la subvención de $1.4 millones mediante la cual se financiaban los experimentos con coronavirus de murciélago para hacerlo más agresivo, dañino y mortal (ganancia de función).
Lo interesante del asunto es que ahora, el NIAID y el HHS están preocupados y de manera apremiante cancelan la subvención del WIV que dicen “es necesaria para mitigar cualquier riesgo potencial para la salud pública”.
La reacción republicana no se hizo esperar y en un comunicado la presidenta del Comité de Comercio y Energía de la Cámara de Representantes, Cathy McMorris Rodgers (R-Wash.), junto a los representantes Brett Guthrie (R-Ky.) y Morgan Griffith (R-Va.), expresaron: “Ya era hora de que la administración Biden tomara esta decisión, pero no merece crédito por finalmente hacer lo que la evidencia y los hechos exigían. Es indignante que les haya tomado tanto tiempo”.