Apagones selectivos:

Amarga “alternativa” ante

caótica crisis de generación

Redacción Nueva Isla

miércoles 12 de julio de 2023

Aunque el gobierno y las empresas que han participado en la generación de energía en Puerto Rico lo nieguen, los apagones inducidos han formado parte del ‘modus operandi’ en la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) durante mucho tiempo, por diversas razones.
Al menos eso asegura una de nuestras fuentes, quien alega que el tema tabú de los apagones selectivos siempre ha formado parte del plan de emergencia en la AEE, en caso de que la generación sea insuficiente, como medida preventiva para evitar un colapso en la red.
“La realidad del caso es que prácticamente todos los componentes principales del sistema de generación en la Isla, están impactados por el deterioro y se está corriendo el día a día con improvisaciones, porque no se sabe qué va a suceder al final del día. Lo que tenemos no es confiable para la sostener la demanda (de energía) y es cuestión de tiempo, yo diría que muy poco tiempo, a no ser que surja una inversión inmediata de como mínimo $1,000 millones para evitarlo. Los apagones selectivos están a la vuelta de la esquina y formarán parte de la cotidianidad de la gente durante un tiempo. Esto ya se ha hablado a puertas cerradas. Puede venir la secretaria de Energía un millón de veces, puede venir el médico chino, y si no ves una flota de barcos con los componentes para construir las generatrices desde cero, Puerto Rico está condenado a los apagones… El problema es que estamos atrapados en un asunto filosófico, una atadura existencial entre transiciones de tecnologías. Si hoy construyeramos centrales nuevas, lo más probable es que estén obsoletas en menos de 10 años. Antes podíamos hablar de 25 años”, expresó la fuente, con cerca de 30 años de experiencia.
Mientras nuestra fuente, quien solicitó mantenerse en el anonimato por temor a represalias, se expresaba, la unidad #3 de la central Palo Seco y las unidades #5 y #6 de la central Costa Sur estaban fuera de servicio por averías, provocando que sobre 125,000 abonados se encontraran sin servicio de energía. Algo que se ha convertido en el “diario normal” del puertorriqueño.