ASES next generation:

Entuerto legislativo para

mantener viva la

corrupta dependencia

jueves 31 de agosto de 2023

La Administración de Seguros de Salud de Puerto Rico (ASES), corporación pública que administra los fondos Medicare y Medicaid asignados a la Isla, además de contratar y negociar con las aseguradoras, la misma corporación pública que está bajo la lupa de los federales y la cual ha mantenido por años un esquema de conflicto de interés con las aseguradoras en su Junta de Directores, no será eliminada, sino transformada.
Según una medida presentada por el presidente de la Cámara de Representantes, Rafael “Tatito” Hernández Montañez, junto a la representante Lydia Méndez Silva y la presidenta de la Comisión de Salud, Sol Higgins Cuadrado, ASES pasaría de ser una corporación pública para ser cobijada como un “programa” con esteroides bajo la alfombra del Departamento de Salud (DS), que también está siendo investigado por las autoridades federales.

¿Y cuáles serían los cambios en ASES?
Bajo este modelo salvavidas, lanzado desde la cubierta del Titanic, la “nueva” ASES, envestida de plena autonomía y personalidad jurídica , mantendrá la función de continuar negociando y contratando con las aseguradoras.
La Junta de Directores será eliminada para ser transformada, como pilón en otro palito, en un “grupo asesor” y el presidente de la extinta Junta pasaría a ser un administrador.
La Junta, perdón, el grupo asesor y su administrador, sería nombrado por el gobernador, Pedro Pierluisi, el mismo que le colocó la cereza al mantecado al nombrar hace unos meses como miembro de la Junta de ASES, vía “fast track”, a Lillian Rodríguez Capó, contratista del DS y presidenta de VOCES, organización acaparadora de centros de vacunación en Puerto Rico con fuertes vínculos con las aseguradoras.
De esta manera y con este maquillaje legislativo, el líder cameral del PPD, “Tatito” Hernández, asegura que se corregirán los señalamientos de corrupción y conflicto de interés en ASES.
De hecho, hasta tienen planificado salir para Washington el 17 de septiembre a presentarle a los federales, su invento.
“Nosotros en colaboración de la Comisión de Salud hemos radicado el primer plan de reorganización de la Administración de Servicios de Salud de Puerto Rico. El propósito es corregir los señalamientos y hacer una integración del componente de ASES dentro del Departamento de Salud… Eliminaremos la Junta de Directores y añadiremos un grupo asesor. Sencillamente ahí evitamos el conflicto de intereses como ha pasado en los pasados días”, expresó el líder cameral.
Sin embargo, cabe señalar y recordarle a Hernández, que el problema de conflicto de interés y paulatina corrupción en ASES data desde su fundación en 1993 bajo la Ley. Num.72 y ha salpicado a ambos partidos de mayoría durante cinco administraciones penepés y tres populares.

¿Pero y no que iban a eliminar a ASES?
En días recientes Hernández había sacado pecho y aseguraba que eliminarían del mapa a ASES: “Buscaremos eliminar la ASES y movernos al modelo que utilizan todos los estados para subsanar décadas de señalamientos por parte del Departamento de Salud federal, estableciendo una oficina de Medicaid en el Departamento de Salud, mientras simultáneamente eliminamos los conflictos de interés entre los integrantes de la Junta de Directores de ASES”, había expresado el presidente de la Cámara, al parecer antes de ser reenfocado para ocultar el elefante bajo la alfombra.
La Fortaleza y la Legislatura han mantenido el esquema de ASES y las aseguradoras, un descomunal problema, identificado como fuente primaria de todas las calamidades en el deteriorado sistema de salud en Puerto Rico y combustible para la asfixia y éxodo de médicos en el país.
Los grandes beneficiados de la corrupción y el conflicto de interés en ASES han sido las aseguradoras, además de los bendecidos amigos ascendentes y descendentes de las diferentes administraciones de gobierno y los políticos, que según se alega reciben fuertes donativos colaterales de campaña.
Para muchos, el Departamento de Salud federal, fiscalía federal y el FBI, le han hecho un flaco servicio al pueblo de Puerto Rico, virando la cara hacia otro lado en este asunto durante más de 25 años.
Se comenta que las mismas garras que mantienen cautivos los sistemas de salud en la Isla, tienen alcance y gratitud en el Congreso de EE.UU.

 

El autor es periodista acreditado por el Departamento de Estado de Puerto Rico                Miembro de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO)
Miembro de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ) Washington DC