El gobernador Pedro Pierluisi ha dado inicio a una campaña interna de diálogos con pastores y líderes religiosos en el Palacio de Santa Catalina, conducentes a obtener la gracia y unción eclesiástica, que el Partido Nuevo Progresista (PNP) y su comité de campaña, han identificado como trascendental, para sus aspiraciones de reelección y permanencia en el poder.
Esto en medio de lo que a juzgar por las más recientes incidencias noticiosas, aparenta ser un claro debilitamiento en su liderato y el avance del sector conservador, que incluye no tan solo a religiosos, sino también a un amplio sector ideológico, incluyendo electores estadistas que han comenzado una migración en masa hacia el partido Proyecto Dignidad, donde por la naturaleza y fundamentos de dicha colectividad, se sienten representados.
En su temprana gestión de búsqueda de votos y alianzas político-religiosas, tradicionalmente consignadas a las etapas finales de las campañas, el primer ejecutivo ha dado inicio a reuniones con líderes religiosos, en su casa en el número 63 de la Calle Fortaleza.
“Recibí en La Fortaleza de PR a un grupo de pastores de distintas iglesias de Puerto Rico para discutir la importancia de la colaboración del sector religioso en las estrategias multisectoriales de prevención de la violencia.
Me enorgullece contar con la colaboración de todos los sectores de nuestra sociedad en nuestros esfuerzos por mejorar la calidad de vida de todos y todas en nuestra Isla”, publicó Pierluisi el 27 de septiembre en su página de Facebook.
De hecho, ya el gobernador venía de propiciar una serie de reuniones en La Fortaleza entre funcionarios de su administración y líderes del sector religioso, en un intento de aplacar ánimos en diversos temas, muchos de los cuales se han quejado de no ver señales de cambio, más allá de promesas.