Cuestionan contenido
genético no reportado en
vacunas contra el COVID


La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) cuestionó el por qué la empresa farmacéutica Pfizer no destacó en su solicitud de autorización de comercialización inicial, la presencia de secuencias del potenciador de ADN del Virus Simio 40 (SV40), en sus vacunas contra el COVID-19.
Aunque la agencia ha expresado en un correo electrónico que “los fragmentos de la secuencia SV40 pueden estar presentes sólo como impurezas residuales en niveles muy bajos que se controlan de forma rutinaria”, no son pocos los científicos que levantan bandera, en torno a estos “residuos” de ADN en las vacunas, toda vez que entienden que existe la posibilidad de que actúen como mutágenos e inclusive puedan provocar cambios en la secuencia de ADN en un gen.
“El umbral de seguridad en presencia de estos complejos de liberación es algo que debe establecerse experimentalmente mediante la realización de estudios de genotoxicidad”, expresó el doctor Robert Malone, uno de los creadores y crítico de la tecnología RNAm.
De otra parte, David Wiseman, ex científico de Johnson & Johnson, quien formó parte de un equipo de investigadores que detectó niveles de ADN residual, tanto en la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer, como en la de Moderna, expresó al medio The Epoch Times: “La cuestión es que las piezas más pequeñas en realidad podrían ser muy significativas. En realidad, podrían potencialmente entrar en su genoma”.
El estudio en el que participó Wiseman como coautor, junto al virólogo molecular canadiense Dr. David J. Speicher, señaló: “En un análisis exploratorio, encontramos evidencia preliminar de una relación dosis-respuesta entre la cantidad de ADN por dosis y la frecuencia de eventos adversos graves (AAG)… Es probable que el ADN plásmido esté dentro de las LNP (nanopartículas lipídicas) y esté protegido de las nucleasas… Estos datos demuestran la presencia de miles de millones a cientos de miles de millones de moléculas de ADN por dosis en estas vacunas. Utilizando fluorometría, todas las vacunas superan las directrices de ADN residual establecidas por la FDA y la OMS”, concluye el documento.
El autor es periodista acreditado por el Departamento de Estado de Puerto Rico Miembro de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO)
Miembro de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ) Washington DC