
El pueblo habló:
LUMA se queda hasta el 2035
Las cosas en la vida son bastante sencillas: en unas estamos de acuerdo y otras en desacuerdo. Quizás esté aquel que se encuentre en un limbo decisional, pero su peso es etéreo al medir la realidad de los hechos que determinan una u otra cosa.
Las marchas que se han organizado y efectuado en la Isla, buscando forzar políticamente al gobernador Pedro Pierluisi a cancelar el contrato de operación y mantenimiento del Sistema de Transmisión y Distribución de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), han desembocado en sendos fiascos que acarrean un claro mensaje: El pueblo, por la razón que sea, no apoya la iniciativa ni respalda el movimiento.
¿Es bueno el contrato de LUMA?¿Es perdidoso el contrato? Sea cual sea su respuesta aquí hay algo que al parecer pesa más en la conciencia del pueblo y es la reacción cutánea anafiláctica de solo pensar en un regreso a la vieja estructura de operación y mantenimiento del Sistema de Transmisión y Distribución de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).
La gente no está midiendo los mega-apagones, pues los hubo anteriormente, ni los aumentos a la tarifa de energía, pues la vieja estructura de la AEE los acostumbró a vivir con dolor y vaselina por décadas.
De hecho, hay mucha gente que no soporta ver los rostros de los viejos líderes sindicales y de muchos activistas oportunistas y politizados detrás de estas marchas, a los mismos que asocian con el antiguo festín de billetes, que llevó a un sistema sobrecargado de burocracia operacional y absurdos salarios clericales, al acorralamiento del pueblo y sentirse en el antiguo callejón sin salida.
Igual, mejor o peor, al parecer el pueblo prefiere que sean los que hablan inglés o francés y no los que hablan español con megáfonos y sin resultados, los que estén a cargo de esa operación. Y como hace el boricua, calcula el daño al bolsillo y compra. El boricua ya compró a LUMA.
Tendría que existir una situación poco más que catastrófica, por mucho peor que lo que tenían, una situación que les queme el fondillo, para que salgan del comfort de sus casas y oficinas a marchar en las calles y aún así los organizadores tienen que asegurarse de trepar en una tumba cocos a Bad Bunny o en su defecto, a los Yadiel Molina, René Pérez y Olga Tañón de la vida, para darle el colorido y retoque que necesita una marcha multitudinaria y un movimiento de protesta exitoso a lo boricua.
Así las cosas y como pinta el asunto, a chupar quenepas pa’Ponce, que LUMA se queda hasta el 2035 y el administrador pandémico colonial hasta 2028 ¿O no es así?