Informe origen COVID
levanta sospecha
encubrimiento gobierno


lunes 26 de junio de 2023
Tras la divulgación del informe publicado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional el 23 de junio de 2023, sobre el origen del COVID-19, han surgido más preguntas que respuestas y la sospecha de que la administración Biden esté encubriendo información concluyente en torno al tema.
El informe, que incluye datos y evaluaciones del Consejo Nacional de Inteligencia (NIC), la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Departamento de Energía y otras agencias, está revestido de un aura de ambigüedad, al no ser categórico en torno a si el virus fue originado en el Instituto de Virología de Wuhan (WIV, por sus siglas en inglés) o por fuentes naturales como el teorizado murciélago. Sin embargo, establece un vínculo entre el laboratorio del WIV y la aparición del virus.
Decepción y suspicacia en el Congreso:
Mucho se ha hablado sobre la creación del Sars-COV-2 en el WIV, como una ganancia de función del virus original, en un proyecto de investigación con la colaboración y subvención del propio gobierno de Estados Unidos.
Conocer con exactitud el origen de este flagelo disiparía dudas en torno a cualquier teoría de conspiración entre los gobiernos de China y EE.UU. para producir un arma biológica con fines de control demográfico, o si uno de estos países, a espaldas del otro, creó el virus que escapó del tubo de ensayo o si este fue intencionalmente liberado; esto entre decenas o cientos de preguntas que quedan sin respuestas.
El breve informe de solo 10 páginas fue producido tras la firma en marzo de 2023 de una ley que ordenaba la desclasificación de inteligencia relacionada con los orígenes de COVID-19, impulsada por los republicanos.
Pero el informe produjo la decepción y suspicacia de congresistas, que indican que el mismo navega en círculos sobre ambigüedades no concluyentes que dejan el asunto en el mismo punto de partida.
La presidenta del Comité de Comercio y Energía de la Cámara de Representantes, Cathy McMorris Rodgers (R -Wash.), califica el informe como “una bofetada en la cara de los estadounidenses que merecen total transparencia sobre la información que posee el gobierno sobre los orígenes de COVID-19”.
McMorris Rodgers (R -Wash.), fue más allá y pone en relieve la duda sobre la honestidad de la Casa Blanca, la desconfianza ciudadana y acepta el daño producido por el gobierno mediante sus mandatos pandémicos, entre los cuales se encuentra la vacunación forzada con una sustancia totalmente experimental que ha producido, con evidencia científica irrefutable, cientos de miles de reacciones adversas graves, incluyendo la exacerbación de condiciones preexistentes, así como problemas neurológicos, hematológicos, cardiológicos, además de muerte.
Según McMorris Rodgers: “La lección más importante que hemos aprendido durante la pandemia es que nuestro gobierno debe ser honesto y comunicativo si alguna vez queremos restaurar la confianza pública y obtener justicia para las víctimas de la pandemia, tanto las que perdieron la vida por el virus, como aquellas cuyas vidas fueron dañadas por bloqueos y mandatos no científicos. Este informe no está a la altura de ninguno de los dos”, expresó la congresista.
A la voz de McMorris Rodgers, se une a la de muchos otros congresistas, como la del representante Mike Gallagher (R-Wisconsin), integrante del Comité Permanente de Inteligencia de la Cámara, quien expresó que el informe “en muchos sentidos, oscurece más de lo que ilumina”, y añadió que: “El pueblo estadounidense merece algo mejor”.
Así las cosas, el origen del COVID-19 continúa bajo un velo de misterio e incertidumbre en uno de los capítulos más oscuros en la historia de la salud pública estadounidense.
El autor es periodista acreditado por el Departamento de Estado de Puerto Rico Miembro de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO)
Miembro de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ) Washington DC