Mosquitos transgénicos:
¿Nuevo mecanismo
para vacunación masiva?


Los mosquitos genéticamente modificados (GM) fueron inicialmente creados y liberados al ambiente, con el propósito de reducir o eliminar las poblaciones del mosquito Aedes aegypti que propaga los viruses de dengue, zika y chikungunya, mediante la inserción de un gen autolimitante en su ADN que al aparearse con otros mosquitos salvajes es transmitido evitando que las crías de mosquito hembra – que son las que pican – sobrevivan hasta la edad adulta.
La liberación de estas larvas de mosquitos GM debe ser autorizada por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), y según la página de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han sido liberados en los estados de Texas y Florida.
Esta práctica experimental ha sido utilizada fuera de EE.UU. en Brasil, las Islas Caimán, Panamá y la India, desde 2019, donde se han liberado más de mil millones de mosquitos.
Esta tecnología tiene sus detractores en la comunidad científica que advierten sobre el desconocimiento a largo plazo del impacto de la transferencia horizontal de genes recombinantes a otros organismos, entre otros riesgos, incluyendo medioambientales y de comportamiento ecológico de las especies nativas, que no necesariamente favorecen al ser humano.

Hablemos ahora de las vacunas utilizando mosquitos:
La creatividad en aras del avance e innovación científica, pareciera no tener límites ni control en esta nueva era. Pensamos, probamos, aplicamos y seguimos probando y experimentando para luego “corregir” daños en la marcha.
Una era, en donde la ciencia, o un sector de la ciencia, pareciera tener la misma licencia que tiene el Agente 007.
En agosto de 2022, se publicó un estudio de investigación utilizando mosquitos GM y seres humanos para probar un nuevo concepto de vacuna contra la malaria.
El autor del estudio de investigación, que involucra a la Universidad de Washington, Dr. Sean Murphy, lo describe así de sencillo: “Utilizamos los mosquitos como si fueran 1,000 pequeñas jeringuillas voladoras”.
Existe en 2023 diversos equipos de científicos alrededor del mundo, EE.UU, Alemania, China y Reino Unido, trabajando en el desarrollo de estas vacunas transgénicas para diversidad de enfermedades utilizando mosquitos GM.
Todas utilizan la tecnología CRISPR que actúa como un par de tijeras moleculares para cortar el ADN.
Inclusive la tecnología para la utilización de parásitos en mosquitos y otros receptores, como mecanismo de transmisión para el control biológico de especies, han comenzado a utilizar la modificación genética a gran escala desde al menos el año 2016.
La Dra. Kirsten Lyke, investigadora de la división de vacunas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, expresó: “Todas las cosas viejas vuelven a ser nuevas”, al calificar el uso de un parásito vivo modificado genéticamente como “un cambio total” en el desarrollo de vacunas.
Conceptos éticos, morales, filosóficos…
Ya comienzan a levantarse voces alrededor del mundo en contra de esta tecnología experimental y la posibilidad de que un mosquito pueda terminar inoculando a un ser humano sin su consentimiento.
No empece a esto, ésta y otras tecnologías de vacunación masiva, como los alimentos transgénicos, van a todo vapor y tocarán la puerta de los ciudadanos en países desarrollados más pronto de lo que muchos puedan pensar.
Todo esto en un mundo con una visión globalista, bajo el concepto de “una sola salud”, acuñado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en aras del denominado “bien común”, que para muchos no es otra cosa que un asalto a sus derechos y libertades; al menos aquellos derechos y libertades que conocieron durante toda su vida.
El autor es periodista acreditado por el Departamento de Estado de Puerto Rico Miembro de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO)
Miembro de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ), Wa.DC