El doble fenómeno OVNI, representado en 2023 por los propios avistamientos de estos objetos voladores no identificados y la apertura e insistencia del gobierno de EE.UU. en revelar información, ahora desclasificada, que evidencia su existencia, está tomando visos cada vez más serios y oficiales.
Y es que ahora, el Departamento de Defensa (USDD, por sus siglas en inglés), anunció el lanzamiento del sitio web especializado en el tema: www.aaro.mil, en el cual los ciudadanos podrán acceder a los registros desclasificados sobre ovnis o Fenómenos Anómalos No Identificados (UAP, por sus siglas en inglés). Estos incluyen fenómenos en el aire, tierra y agua.
En un comunicado emitido por el Pentágono se informa que la nueva plataforma digital brindará “información, incluidas fotografías y vídeos, sobre los casos de UAP resueltos a medida que sean desclasificados y aprobados para su divulgación pública”.

¿Y cuál es el interés ahora de abrirse insistentemente a esta información?
Desde que el gobierno de EE.UU., forzado por los testimonios de pilotos y exoficiales de las fuerzas armadas, dejó entrever que algunos de los avistamientos de OVNIS pudieran ser de origen “no humano”, la bola de nieve continúa descendiendo y cobrando tamaño.
Aunque algunos cuestionan si la bola es de nieve o de humo.
En una columna de agosto de 2022 en The Hill, el exfuncionario del USDD, Marik von Rennenkampff, expresó: “Este notable cambio en las actitudes respecto a los OVNIS está cultivando una conversación más amplia y sustanciosa sobre el fenómeno… Esto implica que miembros del Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia creen (de forma unánime y bipartidista) que algunos ovnis tienen orígenes no humanos. Después de todo, ¿por qué el Gobierno establecería un nuevo y poderoso departamento para investigar OVNIS ‘no fabricados por el hombre’ si no existiesen?”.
Por su parte, los congresistas presionan al ejecutivo a divulgar clara y específicamente la verdad sobre la alegada recuperación de estas naves accidentadas en tierra, con alegados “restos biológicos no humanos”.
De otro lado, se acusa al gobierno de crear una peligrosa campaña de desinformación, utilizando como chivo expiatorio a los OVNIS para alegadamente encubrir una nueva tecnología armamentista espacial que utiliza elementos de revestimiento holográfico, con impresionantes representaciones de naves en la atmósfera, encubriendo drones con capacidad de lanzar devastadores rayos de alta frecuencia con fines bélicos.

Las teorías llueven y no se han hecho esperar:
Después de que el gobierno abriera la puerta de acero, y trajera consigo la posibilidad de que el planeta esté siendo asediado por inteligencia y vida extraterrestre, se abrió el grifo de la especulación y las teorías como:
– La existencia de civilizaciones extraterrestres, una de ellas reptiliana, que habita desde hace siglos entre nosotros y que ha sido inclusive representada en piedra por diversas civilizaciones en la historia. Estos seres de piel y complexión similar a reptiles, tienen la facultad de transformarse y tomar forma humana, e inclusive, tienen representación en las altas esferas de los gobiernos de la tierra. ¿Qué usted cree de esto?
– Otra teoría asegura que se trata de demonios o ángeles caídos, que han estado desde el origen de la humanidad y que tienen como principal objetivo suplantar a Dios y desviar la atención del Ser Supremo, para abrogarse en los últimos tiempos bíblicos la absoluta predominancia sobre la Tierra y la conciencia del ser humano, llevándose consigo, en contubernio con sus servidores humanos, a miles de millones de personas a la condenación espiritual ¿Y de ésto qué usted piensa?
– Otra teoría en el plano religioso y en contexto bíblico, es que el Demonio y sus adoradores saben que el tiempo de la venida de Cristo está a la vuelta de la esquina y ya preparan los elementos para combatir esa “invasión” por parte de las huestes celestiales, como si se tratara de extraterrestres, en lo que bíblicamente se conoce como el Armagedón.
Juzgue usted amigo lector.

Así las cosas, la data oficial proveniente del gobierno, la inherente siembra de dudas por parte de las autoridades, los contundentes testimonios de personal cualificado, los constantes avistamientos ciudadanos, las teorías y especulaciones, se funden y están creando una inmensa masa amorfa de inseguridad en el qué pensar y qué concluir, por parte de la ciudadanía. Algo que para nada es sociológicamente saludable ni abona a la estabilidad global en tiempos de profunda incertidumbre. ¿O es precisamente eso lo que se busca?