Nuevos estudios científicos

advierten sobre riesgo de

radiofrecuencia 5G

Mientras autoridades miran hacia otro lado

lunes 29 de mayo de 2023

La visión y agenda mundial de comunicación en una red electromagnética de alta frecuencia, con una velocidad para la transmisión y recepción de datos sencillamente de ensueño, parece haber eclipsado el entendimiento y solo se considera la finalidad, sobre ninguna otra consideración.
Las naciones han puesto en marcha ambiciosos planes para la implementación de una red 5G, la cual según la fuente que se cite, promete velocidades de transmisión o descarga de entre 20 y 100 veces más rápida que la 4G, multiplicando exponencialmente la radiofrecuencia y el campo electromagnético.
Una asombrosa y exponencial red de torres de antenas, junto a una increíble red de cajas retransmisoras, a una altura menor, distribuidas de manera omnipresente, hará que ese sueño de progreso futurista esté listo en muy poco tiempo.
Muy pronto verá usted los anuncios de las empresas de telefonía, las figuras mediáticas y los políticos, todos promoviendo la red 5G, en un fenomenal discurso de avanzada, moda y “progreso”.
Hablamos de una industria que podría hacer ver a la industria farmacéutica como un pequeño roedor, debido a que la inmensa mayoría de la población mundial, desde niños hasta ancianos, se encuentran adaptados, diestros y dependientes de dispositivos celulares para la comunicación, la búsqueda y el procesamiento de data. La demanda es abrumadora, no excluyente, en una sociedad predispuesta al consumo, la rapidez y la eficiencia.
Dentro de ese marco conceptual y ante la puesta en marcha de una inversión de tiempo, dinero y mano de obra de proporciones inimaginables, que involucra manufactura, transporte, creación de infraestructura, entre otros muchos aspectos, hablar de la seguridad de estas ondas y de este campo electromagnético, pareciera ser de tontos, aguafiestas y conspiranoicos.

El tema o anatema de la seguridad de los campos electromagnéticos, que gobiernos y agencias federales han garantizado y defendido a brazo partido por décadas, comienza a tambalearse, ante el surgimiento de nuevos estudios científicos que advierten sobre la peligrosidad de estas ondas, muy en especial de la frecuencia 5G. Algo que paulatina y gradualmente comienza a salirse del marco y estereotipo de las teorías paranoicas o leyendas urbanas.
El tema comienza a calar en el interés científico, que parecía haber estado dormido, salvo en pocas excepciones.
Estos nuevos estudios científicos advierten a las autoridades sobre el peligro de la red 5G, la misma que los estados están construyendo e implementando a toda marcha, basados precisamente en un discurso de seguridad y conveniencia.

Veamos qué dice la ciencia:
Un estudio publicado en marzo de 2023, realizado por investigadores de la Facultad de Geografía, Medio Ambiente y Ciencias de la Tierra, de la Universidad Victoria de Wellington, en Nueva Zelanda, en unión a la Asociación Asesora Científica de Radiofrecuencia de Oceanía (ORSAA), con sede en Australia, revela que la Comisión Internacional para la Protección contra la Radiación No Ionizante (ICNIRP), así como otros organismos asesores y reguladores, han establecido sus políticas de seguridad referente a la frecuencia 5G sobre data insuficiente.
Conceptualiza que el despliegue global de la infraestructura 5G está diseñado para utilizar novedosas frecuencias de ondas milimétricas (mmW) con un rango de 30 a 300 GHz, a velocidades de transmisión de datos del orden de gigabits por segundo (Gbps), transmitida mediante formación de haces.
El estudio realiza un profundo análisis de otros estudios de investigación que apuntan a un alto riesgo de calentamiento celular en la piel y hace referencia al estudio de Leach VA, Weller S., Redmayne M, (2018) titulado: ‘Una nueva base de datos de efectos biológicos de la radiación no ionizante. Reseñas sobre Salud Ambiental’, en el cual concluyen que “los cambios bioquímicos y signos de estrés oxidativo son los más comúnmente observados”.
La información con base científica que comienza a surgir, apunta no tan solo al potencial riesgo sobre la vida humana, sino también sobre el ambiente y la fauna.

 

 

El estudio también menciona el informe encargado por el Comité Global de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo, el cual enfatiza la complejidad de la frecuencia 5G y concluye que sus “patrones de propagación impredecibles podrían resultar en niveles inaceptables de exposición humana a la radiación electromagnética”.
Entre las conclusiones, el estudio establece: “Una vez que la banda 5G mmW esté operativa internacionalmente, una proporción significativa de la población mundial estará expuesta a nuevos peligros. La intensidad y la complejidad de la exposición de campo cercano, como cuando se lleva un teléfono en el bolsillo o se usa junto a la cabeza, serán diferentes para 5G, y esta es la primera vez que se usan mmW para telecomunicaciones públicas y la primera vez que la formación de haces se ha introducido deliberadamente para su uso en un campo cercano. Sin investigación sobre el impacto de 5G de campo cercano, este paso global se trata de un experimento a nivel de población”.
Otro estudio de 2023, publicado por investigadores del Centro de Salud Ambiental y Poblacional, Facultad de Medicina y Odontología, de la Universidad Griffith, Australia; la ORSAA y la Universidad de Helsinki, Finlandia, revela que actualmente existe desconocimiento del efecto a largo plazo en seres humanos y el medio ambiente de estas ondas milimétricas de radiofrecuencia 5G y que la ausencia de prueba profunda científica del daño biológico “ha sido utilizada por la industria y los organismos asesores gubernamentales para tranquilizar al público sobre la seguridad del lanzamiento del 5G. Sin embargo, la suposición de que las tecnologías 5G son seguras, no es una conclusión basada en evidencia”.
También enumera como una falacia el limitar las políticas de seguridad en torno a la red y frecuencia 5G mmw, implantadas por las agencias reguladoras, a aquellas basadas en criterios de “medición térmica”, descartando otros efectos biológicos y de salud no térmicos.
El estudio concluye: “(1) Para los científicos, la comprensión de cómo las ondas milimétricas afectan los sistemas biológicos aún se encuentra en sus primeras etapas, por lo que existe una necesidad urgente de realizar más investigaciones enfocadas en el tema.(2) Para los responsables de la formulación de políticas (públicas), hay suficiente humo para sugerir el riesgo de incendio y, por lo tanto, existe una necesidad urgente de una política de protección”.
Así las cosas, tenemos nuevamente de frente otro experimento global respaldado por los gobiernos y autoridades, basado en una falsa garantía de seguridad, el cual a diferencia de otras tecnologías, que usted puede o no acceder o rechazar, este lo atrapará y sumergirá en medio de un campo electromagnético de radiofrecuencia, una red 5G con potenciales efectos biológicos adversos para su salud.
Las investigaciones científicas están surgiendo y fluyendo, la pregunta es: ¿Cuál será el próximo paso?¿Otro intento de encasillar como “fake news” los criterios, investigaciones y hallazgos científicos opuestos a los intereses gubernamentales y de los grandes mogules tecnológicos? De hecho, ya en la internet abundan los llamados “fact checkers”, que hemos conocido muy bien durante la pasada pandemia del COVID-19, los cuales se venden como autoridades en materia de investigación, utilizando el mismo estilo sensacionalista de colocar el sello de “FALSO” a cualquier información que ponga en duda la falsa garantía de seguridad por parte de autoridades y empresas.

El autor es periodista acreditado por el Departamento de Estado de Puerto Rico                                Miembro de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO)
Miembro de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ), Wa.DC