Potencial vínculo
entre vacunas ARNm
y la Viruela del Mono

Por: José Santiago Gabrielini
Periodista
lunes 25 de julio de 2022
La comunidad científica internacional se ha estado preguntando el por qué de la aparición de una serie de enfermedades infecciosas y oportunistas a partir de la aparición de la pandemia del Covid-19.
Hablamos de hepatitis, herpes, extrañas patologías respiratorias… y ahora la “Viruela del Mono” o viruela símica. De hecho, hace unos días, las autoridades sanitarias del estado de Nueva York en conjunto con los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), confirmaron el primer caso de poliomielitis en Estados Unidos en más de una década. Un virus contagioso que puede permanecer hasta 30 días activo dentro del cuerpo antes de demostrar algún síntoma, por lo que ya las autoridades sanitarias del estado anunciaron que están coordinando para dar inicio a una campaña de vacunación.
La vacunación en todas las vertientes imaginables se ha puesto “de moda” dando inicio a una verdadera fiebre de inoculaciones para contener el avance de nuevas y viejas enfermedades conocidas. Algo que no estuvo sucediendo antes de 2020 y que a partir de enero de 2021 se ha disparado a niveles nunca antes vistos. Todo esto enmarcado y caracterizado por asignaciones multibillonarias de dinero proveniente de Estados Unidos, que a su vez trae consigo las consabidas y recurrentes campañas mediáticas de alerta extrema y terror.
El denominador común en la línea de tiempo, lo es el Covid-19 y la vacunación masiva, que en algunas jurisdicciones como Puerto Rico ha llegado a sobre un 90% de la población con al menos una dosis. De hecho, Puerto Rico, con una agresiva campaña mediática, ya va por la cuarta dosis en menos de un año y medio, y acaba de dar inicio a otra campaña de vacunación, esta vez contra la viruela.
Una de las reacciones adversas a las vacunas ARNm, a corto y mediano plazo, lo son las reacciones cutáneas multisintomáticas. Reacciones fácilmente confundibles con la sintomatología de la viruela. Hablamos de reacciones dermatológicas alérgicas o anafilácticas caracterizadas por erupciones purulentas en la cara, brazos, pecho y espalda. Ya hemos registrado casos de víctimas de estas vacunas con este tipo de reacción en Puerto Rico.

De hecho, si hablamos de reacciones cutáneas asociadas a estas vacunas, el Vaccine Adverse Event Reporting System (VAERS) había reportado hasta mediados del mes de junio de 2022, nada menos que 14,104 casos de culebrilla y 41,746 reacciones alérgicas severas con diversidad de síntomas, para un total en ese único renglón de: 55,850 casos.
Es ampliamente conocido y ratificado en un informe de los CDC, que apenas un 1% de las reacciones adversas son informadas en VAERS. Lo cual significa que los números anteriores se disparan a sobre 5.5 millones de casos, si contamos el 99% no reportado.
Muchas de las reacciones dermatológicas asociadas a las vacunas contra el Covid tienen el potencial de arrojar positivo a una prueba PCR, que es la que controvertidamente se utiliza para detectar la viruela. Abriéndose así la posibilidad de que se produzca el fenómeno de los falsos positivos, los cuales son bien conocidos a lo largo de la pandemia.
Recientemente han estado publicándose estudios científicos que revelan una erosión inmunológica severa, como resultado de la inoculación consecutiva de las vacunas contra el Covid, señalando que es necesario detener la inoculación con esta sustancia y validando la advertencia del fallecido virólogo francés y Premio Nobel de Medicina, Luc Montagnier, en torno a que estas mal llamadas vacunas producirían el deterioro de los sistemas inmunológicos de sus recipientes e inclusive un tipo de Síndrome de Deficiencia Adquirida (SIDA).
A principios de junio de 2022, el cirujano cardiovascular japonés, Dr. Kenji Yamamoto informó sobre problemas con la aparición de herpes zóster en asociación con las dosis de refuerzo de estas vacunas y volvió a mencionar el llamado “síndrome de inmunodeficiencia adquirida por la vacuna”.
Yamamoto informó que desde finales de 2021, los equipos del Okamura Memorial Hospital han encontrado no solo numerosos casos de Covid-19 entre la población vacunada, sino también infecciones de herpes zóster que son “difíciles de controlar”.
En un estudio publicado por Yamamoto y que se encuentra en la Biblioteca Nacional de Medicina (NLH), titulado “Efectos adversos de las vacunas contra el COVID-19 y medidas para prevenirlos”, a su vez se hace referencia a un estudio publicado en la revista médica británica The Lancet, el cual menciona: “La función inmunológica entre las personas vacunadas 8 meses después de la administración de dos dosis de la vacuna COVID-19 fue más baja que la de las personas no vacunadas. De acuerdo con las recomendaciones de la Agencia Europea de Medicamentos, las inyecciones frecuentes de refuerzo de COVID-19 podrían afectar negativamente la respuesta inmunitaria y pueden no ser factibles. La disminución de la inmunidad puede deberse a varios factores, como la N1-metilpseudouridina, la proteína espiga, las nanopartículas lipídicas, la mejora dependiente de anticuerpos (ADE) y el estímulo antigénico original. Estas alteraciones clínicas pueden explicar la asociación informada entre la vacunación contra la COVID-19 y el herpes zóster. Como medida de seguridad, se deben suspender las vacunas de refuerzo adicionales”.
Aunque el estudio se orienta a la pérdida gradual de efectividad inmunitaria de las vacunas contra las nuevas variantes, igualmente pone en relieve el daño sustancial al sistema inmunológico que producen estas vacunas para responder a agentes patógenos y el desarrollo de condiciones autoinmunes, haciéndose eco de otros cientos de estudios y miles de voces médicas, las cuales advierten que a mayor número de dosis, mayor es el daño inmunológico.

De esta manera, la llamada viruela del mono pudiera estar vinculada, tanto a reacciones cutáneas, producto de estas vacunas contra el Covid, como en efecto a una vulnerabilidad de los sistemas inmunológicos de los multidosificados e inclusive de los infectados con el Sars-Cov-2, que los predisponga a esta y otras muchas enfermedades infecciosas. Algo, que a juzgar por los hechos y la preparación previa, las autoridades sanitarias parecieran haber tenido conocimiento de antemano.
Un dato que no debe ser pasado por alto, es que entre las contraindicaciones de la vacuna de la viruela, se encuentran: personas con condiciones cutáneas y autoinmunes. Las condiciones autoinmunes tienen un amplio espectro que incluye hasta la diabetes, por dar un ejemplo.
La población debe tener mucho cuidado en administrarse estas vacunas contra la viruela, toda vez que en estos momentos se desconoce el efecto de la interacción de ambas sustancias en los sistemas inmunológicos de los individuos, y más aún en aquellos erosionados por las dosis excesivas e indiscriminadas de las vacunas contra el Covid.
De hecho, un reciente artículo de investigación alojado en la central de datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU, titulado: Brotes de viruela del simio durante la pandemia de COVID-19: ¿Estamos viendo un fenómeno independiente o una pandemia superpuesta?, el mismo concluye lo siguiente: “Es importante considerar la reciente propagación de la viruela del mono a la luz de la pandemia de COVID-19 en curso y el potencial de coinfección entre el SARS-CoV-2 y el virus de la viruela del mono. Esto puede resultar en cambios relacionados con los patrones de infectividad, la gravedad, el manejo o la respuesta a la vacunación en una o ambas enfermedades. Eso también podría afectar negativamente la eficiencia de las pruebas de diagnóstico utilizadas en ambas enfermedades… Es demasiado pronto para comprender si el brote actual de viruela del simio es un fenómeno independiente o si se ha visto exacerbado por la pandemia de COVID-19.”
En ese sentido, hemos recibido declaraciones médicas de que esta viruela, llámese del mono o como termine llamándose: “Es totalmente distinta. Incluso las lesiones no son umbilicadas (en forma de ombligo)”, nos comentó un director médico de un reconocido hospital en Puerto Rico.
Así las cosas, usted amigo lector, no debe tomar a la ligera estos datos, ni actuar cegado por el miedo. Es tiempo de analizar, investigar y sobre todo, escuchar más allá del discurso oficialista que ha probado ser ensayado y cambiante.
El autor es periodista certificado por el Departamento de Estado de Puerto Rico Miembro de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO)
Miembro de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ), Wa.DC