Preocupante y volátil la tensión

entre China y Estados Unidos

Por: José Santiago Gabrielini

Periodista

Actualizado 9 de agosto de 2022

Durante la pasada semana, la histórica tensión en el archipiélago asiático de Taiwán, que involucra a China y Estados Unidos, se disparó por varias razones, las cuales levantan una bandera roja en torno a si en efecto nos encontramos de cara al inicio de una escalada que traiga consigo el temido conflicto armado, el cual pudiera representar la puerta a la “Tercera Guerra Mundial”.
De manera ultra breve, pongamos en varias líneas y en contexto lo que sucede en ese escenario asiático: Después de décadas de conflictos armados que datan desde 1911, cuando la revuelta popular en la China imperial produjo la abdicación del último emperador, trayendo consigo una lucha ideológica, de poder, y eventualmente una sangrienta guerra civil, que finalizó en 1949 con la victoria del Partido Comunista Chino, liderado por Mao Zedong, Taiwán se separa de China estableciendo un gobierno democrático.
Hablamos de un territorio a escasas 112 millas de China continental, compuesto por la antigua isla de Formosa (ahora Taiwán), el archipiélago de Pescadores y las islas Matsu y Kinmen, con una capital llamada Taipéi.
Al finalizar la guerra civil en 1949, cerca de dos millones de anticomunistas exiliados en Taiwán proclamaron la República de China, y los comunistas en la China continental fundaron la República Popular China.
A partir de ese momento, la tensión no se hizo esperar, pues China alega que Taiwán no puede ser reconocida como Estado independiente con plenos derechos, sino una provincia rebelde china.
La intención nada oculta de China de invadir Taiwán, a quien supera en fuerza militar, y unificar el territorio, dió al traste desde su fundación, cuando Estados Unidos apoyó al emergente país, a quien le reconoció legitimidad y brindó apoyo militar, estableciendo así un bastión democrático en el Pacífico, justo en el patio del comunista “Gigante Asiático”.
Se ha necesitado mucha diplomacia durante los últimos 72 años, para evitar un enfrentamiento que traiga consigo la temida guerra. Estados Unidos tiene grandes intereses económicos y fuerzas navales en la zona.
La tensión entre Taiwán y China ha ido escalando en los pasados dos años trayendo consigo revueltas y amenazas. A todas luces el presidente chino, Xi Jinping no descarta en convertirse en el caudillo que logró unificar China anexando a Taiwán, toda vez que sería el más grande trofeo de su carrera política.
Durante la pasada semana el gobierno chino reforzó su presencia naval en la zona y dió inicio a la realización de ejercicios militares en la zona. Algo que aunque no es la primera vez, ha traído consigo una escalada en el intercambio de expresiones beligerantes entre Washington y Pekin. El mandatario chino advirtió a su homólogo estadounidense a “no jugar con fuego” por Taiwán.
El Ministerio de Relaciones Exteriores chino, calificó de provocación la anunciada visita a Taiwán por parte de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU, Nancy Pelosi, quien realizó la pasada semana una gira por Asia, que incluyó a Singapur, Japón, Corea del Sur y la manzana de la discordia, Taiwán.
Por su parte, Rusia, quien se encuentra buscando el apoyo total de China a su guerra con Ucrania, no perdió tiempo para brindar su respaldo a Pekin, advirtiendo a Washington que no adopte medidas “provocadoras”.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, expresó que Rusia le brinda “un respaldo enérgico a la soberanía e integridad territorial china”, y añadió: “Creemos que ningún otro país tiene el derecho a poner eso en duda ni a tomar medidas provocadoras”, puntualizó Peskov.
Pelosi de 82 años, optó por desafiar las advertencias de China y efectuó una visita relámpago a Taiwán en donde expresó: “Hoy el mundo se enfrenta a una elección entre democracia y autocracia. La determinación de Estados Unidos de preservar la democracia, aquí en Taiwán y en todo el mundo, sigue siendo férrea”, sentenció Pelosi.
Tras la histórica y provocadora visita, que produjo la ira de Pekin, Wall Street y las bolsas europeas registraron fuertes alzas.
Tras la visita de la líder congresional a Taiwán, China emitió el siguiente comunicado: “A pesar de las serias preocupaciones y la firme oposición de China, Pelosi insistió en visitar Taiwán, interfiriendo gravemente en los asuntos internos de China, socavando la soberanía y la integridad territorial de China, pisoteando la política de una sola China y amenazando la paz y la estabilidad del Estrecho de Taiwán”. Acto seguido rompió relaciones diplomáticas en los renglones militares, inmigración, crimen transfronterizo y clima.
El Ejército de China anunció esta semana nuevos ejercicios militares cerca de Taiwán con “fuego real”. Mientras Washington aseguró que continuará utilizando el estrecho de Taiwán en el Pacífico y mantendrá su presencia naval en la zona, lo cual aproxima a ambas potencias, de manera peligrosa, a una confrontación, precisamente con fuego real.