Revelador estudio de

síndrome post vacunación

contra el COVID-19

martes 14 de noviembre de 2023

Un grupo de médicos y científicos investigadores del Instituto Central de Química Clínica y Diagnóstico de Laboratorio, y la Facultad de Medicina del Hospital Universitario de Düsseldorf, Alemania; junto a la Universidad Heinrich-Heine, de Alemania, produjeron comprometedores hallazgos en torno a lo que han denominado “Síndrome de Vacunación Postaguda contra el COVID-19 (PACVS)”.
El proyecto de investigación publicado la última semana de octubre de 2023 en la prestigiosa editorial científica MDPI, revela que además del amplio expediente de reacciones adversas graves producidas por las vacunas ARNm, muchas de las cuales son confundidas o encubiertas detrás del llamado “long COVID“, también pueden provocar fatiga crónica y disautonomía. Mira aquí el documento.
Los investigadores exploraron los autoanticuerpos receptores y la interleucina-6 (IL-6) como correlatos somáticos de PACVS.
Estudiaron los marcadores sanguíneos determinados antes y seis meses después de la primera vacunación contra el SARS-CoV-2 de personas sanas y las compararon con los valores correspondientes de personas afectadas por PACVS, que presentan fatiga crónica/disautonomía, que no es debido a la infección por el SARS-CoV-2 o alguna otra enfermedad o medicamento.
En los casos de PACVS, la respuesta serológica a la vacunación apareció significativamente alterada.
Los síntomas informados por las personas afectadas por PACVS comienzan poco después de la vacunación contra el SARS-CoV-2 y continúan en episodios durante varios meses, comprometiendo su calidad de vida.

Los síntomas más frecuentes:
Los síntomas que presenta este síndrome postvacunación son: agotamiento, malestar general y fatiga crónica; alteraciones cardiovasculares (intolerancia ortostática, taquicardia, palpitaciones); neuropatía periférica (disestesia, hiperestesia); disfunción del sistema nervioso central (falta de concentración, confusión mental, déficits cognitivos, trastornos del sueño); disfunciones musculares (mialgia, debilidad, fibrilaciones) y afecciones gastrointestinales (náuseas, fuertes cambios de peso), entre otros síntomas que pueden variar de intensidad y/o gravedad.

Relación con la proteína espiga:
Este subtítulo no forma parte del estudio de investigación y es una observación del autor de este artículo.
Desde el comienzo de la pandemia y la vacunación no fueron pocos los médicos y científicos que se expresaron en contra de la nueva tecnología de “vacunas” ARNm, que en lugar de inyectar una dosis específica de un virus muerto o atenuado (antígeno), inducía al cuerpo a producir el antígeno en cantidades no determinadas, a fin de crear memoria inmunológica celular.
Ese antígeno es la proteína tóxica de la cual están hechos los filamentos o espigas del SARS-CoV-2.
Es el propio cuerpo de los receptores inoculados los que producen, muchas veces en cantidades excesivas e ininterrumpidas, ese antígeno o proteína tóxica, causante de la patogenisidad del virus o en palabras sencillas: Causante de los síntomas y la propia infección.
Por tal razón es perfectamente explicable que personas vacunadas experimenten síntomas similares a la infección, incluyendo efectos a largo plazo, conocidos como “long COVID” y otros efectos adversos graves que han cambiado sus vidas para siempre, en un antes y después de la inoculación.
Así pues, paulatinamente continúan emergiendo los datos sobre la desacertada inducción a la autoproducción de este tóxico por el propio cuerpo humano, de manera irresponsable e indiscriminada, a través del experimento científico -comercial más grande en la historia de la humanidad.

 

El autor es periodista acreditado por el Departamento de Estado de Puerto Rico                                Miembro de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO)
Miembro de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ), Wa.DC