Sorprendente cantidad
de reacciones adversas:
Evidencia y encubrimiento

Por: José Santiago Gabrielini
Periodista
lunes 18 de julio de 2022
Las reacciones adversas graves a las vacunas ARNm contra el Covid-19, son la orden del día a lo largo y ancho de Estados Unidos. Los datos, generalmente son recogidos en publicaciones de medios alternativos, toda vez que el llamado “mainstream media” o prensa dominante rehúsa publicar los mismos, debido mayormente a que uno de sus principales clientes publicitarios es el Gobierno.
La omisión de esta información por parte de la prensa tradicional, ha traído consigo, no tan solo desinformación, sino una falsa expectativa y desconocimiento en torno a la seguridad y eficiencia de dicho producto genético.
Sin embargo, aún existen plataformas o recursos fiables proveyendo información veraz sobre aspectos disímiles al discurso mediático y gubernamental en este catastrófico experimento. Tal es el caso de PubMed, del cual muchos de ustedes han leído o escuchado.
¿Pero qué es PubMed?
PubMed es un motor de búsqueda de libre acceso propiedad del Gobierno de Estados Unidos, lanzado por la Biblioteca Nacional de Medicina en 1996 y utilizado por la comunidad científica y el público en general, para consultar información mayormente proveniente de la base de datos MEDLINE, además de una amplia variedad de selectas revistas científicas como: Nature, Science, New England Journal of Medicine, etc.
A su vez, MEDLINE es la base de datos médicos y científicos más amplia que existe. Es producida por la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, con 29 millones de referencias bibliográficas.
Dentro de esas referencias se encuentran los datos del Centro Nacional para la Información Biotecnológica (NCBI) que también esta adscrito a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Curiosamente, aunque PubMed, Medline y NCBI son creación y propiedad del gobierno de EE.UU, y los Institutos Nacionales de Salud – uno de los principales propulsores de la vacunación mundial – no han podido o no han querido filtrar, restringir o eliminar información de investigaciones existentes que ponen en relieve la alta peligrosidad y daño ocasionado por esta sustancia.
La segunda semana de julio de 2022, en una publicación de la prensa alternativa estadounidense, investigando y recopilando evidencia documental de esa base de datos, se publicó la existencia de sobre 1,200 estudios de investigación médica y científica, revisados por pares, en donde advierten y confirman una amplia gama de reacciones adversas: neurológicas, hematológicas, cardiovasculares, anafilácticas, encefalopáticas, oftalmológicas y oncológicas, entre otras.
Hablamos de un amplio caudal de investigaciones científicas, realizadas y revisadas por pares médicos e investigadores científicos, que no están siendo divulgadas por la prensa tradicional, poniendo en riesgo, cada vez más, a la población, la cual responde al llamado de las autoridades sanitarias y de los propios medios de comunicación, a continuar inoculándose con esta sustancia tóxica.
En Puerto Rico, una de las jurisdicciones más vacunadas a nivel mundial, este periodista, ha estado inmerso en una investigación en torno a las reacciones adversas y he atendido cientos de llamadas de personas que alegan ser víctimas de esta sustancia.
Aunque he hecho públicas varias docenas de entrevistas a ciudadanos con estas reacciones graves, otros muchos se rehúsan a divulgar sus calvarios por miedo a la estigmatización social o represalias en sus empleos.
He conversado con un sinnúmero de médicos alarmados por la gran cantidad de casos de extrañas patologías y síntomas inusuales, que han estado atendiendo en los hospitales y consultorios. Patologías y síntomas que se atreven a vincular con las vacunas ARNm contra el Covid-19.
Le he hecho llegar esta información a muchos de los principales medios, figuras conductoras de programas, compañeros periodistas, incluyendo a la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO), quienes no han divulgado esta alarmante situación a la población.
La evidencia es tan abrumadora, como la negativa a la divulgación y el encubrimiento. Sin lugar a dudas, que estos medios apuestan a salir impunes, tras la comisión de una negligencia de tal magnitud.
De otra parte, el Vaccine Adverse Event Reporting System (VAERS), programa federal adscrito a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los EE.UU, el mismo que un reconocido médico, en un programa televisivo del país, trató de desacreditar, vinculándolo a un reporte de algún irresponsable que alegaba haberse convertido en Hulk tras la vacuna, recopiló a la fecha del 17 de junio de 2022, nada menos que 1.3 millones de reacciones adversas severas.

Este sistema nacional de alerta temprana, fundado en 1990, para recopilar el informe ciudadano de reacciones adversas a las vacunas, publicó a esa fecha (junio de 2022) una catastrófica cantidad de reacciones adversas vinculadas a estas “vacunas” contra el Covid-19.
Hablamos de: 29,031 muertes, 14,935 ataques al corazón, 42,168 casos de miocarditis y 54,306 discapacidades permanentes, entre otras muchas reacciones adversas severas.
Es bien conocido que el sistema VAERS ha sido utilizado por décadas por médicos, científicos y autoridades sanitarias, como referencia para sustentar informes y estudios serios.
En Puerto Rico, el día 6 de abril de 2022, en una vista de la Comisión de Asuntos de Vida y Familia, presidida por la senadora del Partido Proyecto Dignidad, Joanne M. Rodríguez Veve, el propio secretario de Salud, Dr. Carlos Mellado utilizó data de VAERS para sustentar sus argumentos.
Sin embargo, un estudio de investigación producido por Harvard Pilgrim Healthcare, con fondos otorgados por el Departamento de Salud y Recursos Humanos de EE.UU, reveló que apenas un 1% de las reacciones adversas a las vacunas son informadas en VAERS.
Por su parte, un reporte de los CDC en referencia al antes mencionado estudio, establece: “Los eventos adversos de los medicamentos y las vacunas son comunes, pero no se notifican… Asimismo, se reportan menos del 1% de los eventos adversos de la vacuna. Las bajas tasas de notificación impiden o retrasan la identificación de medicamentos y vacunas ‘problemáticas’ que ponen en peligro la salud pública. Se necesitan nuevos métodos de vigilancia para los efectos adversos de medicamentos y vacunas”, reza el informe del CDC.
Basado en ese reporte, validado por Harvard y los CDC, tendríamos que multiplicar por 99 los datos actuales reportados en VAERS. Es decir, que según el reporte de referencia de junio de 2022, tendríamos sobre 128 millones de reacciones adversas, entre ellas: 2.8 millones de muertes, 1.4 millones de ataques al corazón, 4.1 millones de casos de miocarditis y 5.3 millones de discapacidades permanentes, entre otras muchas reacciones adversas severas.
Esto es más serio de lo que muchas personas ajenas a esta información pueden pensar, toda vez que la cantidad de reacciones adversas graves a esta sustancia tóxica es desproporcionalmente incomparable a ninguna otra vacuna o medicamento en la historia de la medicina. Y cabe señalar, a modo de recordatorio a usted amigo lector, lo que miles de médicos y científicos, incluyendo el propio descubridor de esta tecnología ARNm, el Dr. Robert Mallone han dicho: “A mayor cantidad de dosis, mayor es el daño”.
El autor es periodista certificado por el Departamento de Estado de Puerto Rico Miembro de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO)
Miembro de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ), Wa.DC