Universidad defiende
su creación de cepa
Covid-Frankenstein
Tiene un 80% de mortalidad en ratones

Por: José Santiago Gabrielini
Periodista
miércoles 19 de octubre de 2022
¿Para qué crear una cepa de Covid-19 con un poder letal aún más devastador que todas las conocidas?
Después de que trascendiera que la Universidad de Boston (BU) produjo en laboratorio una cepa con un nivel de mortalidad de un 80% en ratones, se ha formado un reperpero en torno a este asunto, cuya utilidad ha quedado en entredicho y sin duda levanta bandera por el alto riesgo que representa.
El centro docente y de investigación, emitió un comunicado justificando y defendiendo su controvertida creación y tira al medio a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés): “La investigación fue revisada y aprobada por el Comité Institucional de Bioseguridad (IBC), que está formado por científicos y miembros de la comunidad local. La Comisión de Salud Pública de Boston (BPHC), también aprobó la investigación. Además, esta investigación refleja y refuerza los hallazgos de otras investigaciones similares realizadas por otras organizaciones, incluida la FDA”, expresó BU en su comunicado, alegando que la investigación para nada tuvo el propósito de reforzar el virus o hacerlo más transmisible.
“No es una investigación de ganancia de función, lo que significa que no amplificó la cepa del virus SARS-CoV-2 ni la hizo más peligrosa. De hecho, esta investigación hizo que la replicación del virus fuera menos peligrosa… Nos tomamos en serio nuestra seguridad y la forma en que manejamos los patógenos, y el virus no sale del laboratorio en el que se está estudiando… Todo nuestro objetivo es la salud pública. Y este estudio fue parte de eso, encontrar qué parte del virus es responsable de causar una enfermedad grave. Si podemos entender eso, entonces podemos desarrollar las herramientas que necesitamos para desarrollar mejores terapias”, reza el comunicado firmado por Rachel Lapal Cavallario, vicepresidenta asociada de relaciones públicas y redes sociales de BU, respaldado por el Dr. Ronald B. Corley, director de los Laboratorios Nacionales de Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Universidad de Boston.

El proyecto de investigación conducente a la creación de este híbrido, tuvo la colaboración de EcoHealth Alliance, una organización no gubernamental vinculada a la Fundación Bill y Melinda Gates.
Por su parte, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, adscrito al Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), quien es uno de los financiadores de la investigación propuesta por BU, aseguró desconocer esa fase del proyecto y adelantó que “buscaremos algunas respuestas”, después de haberse enterado a través de un artículo publicado en el medio de Reino Unido, Daily News y que el senador Roger Marshall (R-Ka.), quien es médico de profesión se expresara indignado en contra de la agencia.
“Es inconcebible que los NIH patrocinen esta investigación de virus de ganancia de función letal a través de la Universidad de Boston y EcoHealth Alliance en áreas densamente pobladas, creando el potencial para matar a más personas que cualquier arma nuclear singular. La historia nos ha enseñado que los virus han logrado escapar incluso de los laboratorios más seguros. Este no es un riesgo que los científicos solos deberían poder tomar sin la concurrencia del público estadounidense. Esta investigación debe detenerse de inmediato mientras se pueden investigar los riesgos y beneficios”, expresó Marshall en un comunicado al respecto en su página oficial.
Por su parte, el Dr. Richard Ebright, de la Universidad de Rutgers en New Brunswick, Nueva Jersey, resume la preocupación de un amplio sector científico de la siguiente manera: “’La investigación es un claro ejemplo de investigación de ganancia de función. Si queremos evitar una próxima pandemia generada en laboratorio, es imperativo que se fortalezca la supervisión de investigaciones que mejoren patógenos pandémicos potenciales”.
Sin embargo, ante la amenaza que plantea la mera existencia del mortal hibrido creado en un laboratorio, que pone en retrospectiva la teoría del escape viral ocurrido en 2019 en los laboratorios chinos de Wuhan, el propio autor del proyecto, el Dr. Mohsan Saeed, lo justificó de esta manera: “Este trabajo muestra que no es la proteína espiga la que impulsa la patogenicidad de Omicron, sino otras proteínas virales. La determinación de esas proteínas conducirá a mejores diagnósticos y estrategias de manejo de enfermedades”.
El autor es periodista acreditado por el Departamento de Estado de Puerto Rico Miembro de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO)
Miembro de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ), Wa.DC