Vista senatorial
sacude a Washington
y las farmacéuticas

Por: José Santiago Gabrielini
Periodista
jueves 8 de diciembre de 2022
Un panel de peritos médicos y de la industria de los seguros, compareció el miércoles 7 de diciembre a una audiencia convocada por el senador Ron Johnson (R-Wis. / foto superior) para discutir el tema vedado: Los daños y muertes provocadas por las vacunas contra el Covid-19.
Uno de los comparecientes, Edward Dowd, exanalista de la empresa de gestión de inversiones BlackRock presentó alarmantes datos en torno a una encuesta de seguros de vida grupales producida por la Sociedad de Actuarios en 2021, la cual muestra un aumento desproporcionado en muertes entre el universo de adultos jóvenes y de mediana edad, a partir del momento en que comenzaron a administrarse las vacunas.
A la voz de Dowd, se le unió en su ponencia el experto analista de datos actuariales, Josh Stirling, quien indicó que en Reino Unido las tasas de mortalidad eran más altas entre los vacunados a partir de mayo de 2022.
Ya, en NUEVAISLA.com habíamos publicado meses atrás un reportaje sobre el extraordinario aumento en muertes reportadas por las aseguradoras.
De otra parte, se desprendió de la audiencia senatorial el aumento sin precedentes en los casos de miocarditis, algo que lejos de ser casos aislados como quiere presentar la narrativa oficialista, son alarmantes, recurrentes y preocupan, aún más, por la alta incidencia en niños.
Así lo dejaron saber por separado, la Dra. Reneta Moon, profesora clínica asociada de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Washington; el Dr. Harvey Risch, profesor emérito de epidemiología en la Escuela de Salud Pública de Yale; y el Dr. Kirk Milhoan, pediatra de Hawái.
Milhoan declaró que los estudios revelan que “la proteína espiga, que las vacunas hacen que el cuerpo produzca, es cardiotóxica y hace que el corazón se inflame… Que eso se termine. El sistema de salud pública actual le está pidiendo a nuestros cuerpos que produzcan una cardiotoxina”, puntualizó el galeno.
Por su parte, el Dr. David Gortler, exfuncionario de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) expresó: “La mejor manera de demostrar que un medicamento tiene eficacia son los estudios a largo plazo”, algo que en el caso de esta sustancia experimental no se hizo.
Compareció también el Dr. Peter McCullough, una reconocida voz pionera en advertir sobre el efecto de estas mal llamadas vacunas, quien volvió a expresar que hasta el momento ningún ensayo aleatorizado y controlado con placebo ha demostrado que las vacunas reduzcan la tasa de hospitalización o muerte, como funcionarios gubernamentales y medios repiten a la población.
McCullough escribió en una columna en el medio Substack, posterior a su ponencia: “Los historiadores señalarán un día lluvioso, el miércoles 7 de diciembre de 2022, como un punto de inflexión importante en la crisis de COVID-19 de tres años y el segundo aniversario del programa de vacunación masiva de COVID-19 de EE. UU… Finalmente, hubo una revisión exhaustiva de la literatura revisada por pares sobre miocarditis, trombosis, daño inmunológico y daño neurológico que ocurre con la vacunación. La sesión concluyó que nuestras agencias federales fueron imprudentes, intencionalmente ciegas y no mitigaron el riesgo ni protegieron a los estadounidenses de lesiones, discapacidades y muerte después de la vacunación”, expresó el galeno.
Así las cosas, la cruda y trágica realidad en torno a esta sustancia tóxica, ha ido trascendiendo a los más altos niveles, sustentada por voces y datos de expertos científicos que forman parte de un extenso record que explicará, a futuras generaciones, qué fue lo que sucedió a partir de la segunda década del siglo 21.
El autor es periodista acreditado por el Departamento de Estado de Puerto Rico Miembro de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO)
Miembro de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ) Washington DC